La importancia de la planificación de las clases de adultos

Las clases de inglés de adultos en St. James suelen durar 90 minutos pero el trabajo del profesor va más allá. El trabajo empieza cuando se sienta a planificar la lección para lo que tendrá en cuenta la clase anterior así como la lección siguiente. De hecho, los profesores solemos planificar una serie de lecciones más que una lección aislada. Esta forma de planificar permite una visión más amplia del momento en el que nos encontramos permitiendo que los contenidos de las clases sean más equilibrados y eficaces.

A la hora de planificar estas clases, normalmente a última hora de la tarde, los profesores tenemos en cuenta que el estudiante lleva muchas horas trabajando y que llega cansado a clase. No es lo mismo planificar una clase que tiene lugar por la mañana a otra que es por la tarde. En cualquier caso, todas las clases de adultos invitan a la participación para favorecer la comunicación y así poder desarrollar la expresión oral y la comprensión auditiva. Los adultos tienen una gran capacidad de concentración y pueden realizar tareas largas pero, teniendo en cuenta el cansancio que pueden sentir, dividimos las actividades en tareas más pequeñas para que las puedan llevar a cabo eficazmente. Por ejemplo, a la hora de presentar un texto escrito, solemos presentar el título solamente e invitamos a los estudiantes a imaginar su contenido. También solemos presentar antes de la lectura las palabras o expresiones que pensamos que les van a resultar más difíciles para facilitar así la comprensión del texto. Si la lectura es larga, podemos pedir que lean solo el primer párrafo para pasar a comentarlo antes de continuar con el segundo. Este es un ejemplo de la importancia de planificar una lección para que sea eficaz y amena. Otro aspecto que cuidamos mucho en St. James es la presentación de puntos gramaticales, ya que pueden resultar muy aburridos y difíciles de comprender si no se planifica con cuidado. Para facilitar la comprensión, presentamos la gramática en un contexto concreto e intentamos que sea el mismo estudiante el que resuelva la estructura y el significado del punto gramatical en cuestión, mediante recursos como pueden ser ejemplos, dibujos, historias o preguntas.

Algunos elementos suelen ser comunes en todas las clases de adultos. Normalmente abrimos la clase con una breve conversación sobre cómo va la semana o qué tal va transcurriendo el día. También es muy común dedicar unos minutos a repasar los contenidos de lecciones anteriores con el fin de afianzar sus conocimientos. Muchas lecciones incluyen también unos minutos dedicados a corregir errores que han salido de manera oral o escrita. Estas secciones fijas, junto con las nuevas actividades que presenta cada lección, ofrecen un buen equilibrio que dan al curso continuidad y variedad al mismo tiempo. El cierre de la clase también es importante y evitamos terminar una lección de manera brusca o apresurada. Lo ideal es cerrar la clase con unos minutos de reflexión sobre lo que han aprendido ese día para favorecer la memorización.